1 de febrer de 2015

“Charly Hebdo: Me ofende”

He dejado que pasase un cierto tiempo. Escribir en caliente siempre suele ser una mala decisión. La distancia cronológica le da a uno la posibilidad de coger cierta perspectiva, de separarse de lo inmediato, de leer algunos artículos, de intentar comprender lo imposible, de digerir la tragedia. Hablo del macabro acto terrorista  contra el semanario satírico “Charly Hebdo” en París. Ves las imágenes una y otra vez (por cierto, las mismas en todas las TV) a esa “gente” con el Kalashnikov  en una calle de una de las ciudades más bonitas de Europa.Indignación, rabia, desconsuelo,incomprensión, son sentimientos que brotan inmediatamente. Pero lo peor es lo que viene a continuación.Uno intenta averiguar el por qué, si es que lo hay, a tanta barbarie, tal vez por deformación profesional. Tienes conocidos musulmanes y alumnos musulmanes,  el debate podía  salir en cualquier momento. Y así empieza:

-Oye Ibrahim,¿ tú que piensas de lo ocurrido en Paris?

-Carlos, obviamente condeno todo tipo de atentado, es una salvajada, el islam no dice nada de eso, etc… y ya cuando está a punto de terminar te suelta, “pero es que las viñetas a mí me ofenden,el profeta es sagrado, me siento ofendido, y por tanto entiendo que….”

-¿Tú que piensas, Carlos?

No lo sé, le contesto inmediatamente. Dos recreos después, ya tenía la contestación. Ibrahim, le contesto, a tí te ofenden unas viñetas porque en vuestra religión no se permiten imágenes del profeta, pero el problema es que ha sido en Francia. ¿Es Francia un país musulmán? No, me contesta ¿Es Francia un país donde exista la sharia? No, me contesta. El problema es de quien se ofende entonces. ¿Quieres que te cuente que es lo que me ofende a mí?

Me ofende que en esta Europa y en España concretamente, se discuta si es machista o no echarle un piropo a una mujer, mientras que en cualquier edificio público se permite la discriminación de la mujer al cubrirlas la cabeza. Ya sé que me dirás que muchas se ponen el velo por decisión propia, pero ese cuento se lo cuentas a otro, yo no me lo trago, querido Ibrahim. También se permite que niñas de 15 años abandonen el instituto porque su padre, residiendo en Europa, decide venderla a un árabe rico de Italia o Grecia.

-Es que no han respetado nuestras creencias, eso no es libertad de expresión, es criticar la fe de los musulmanes.

-Es que la libertad de expresión, que por cierto, para Europa debería ser  igual de sagrada que tu Dios, no tiene por qué respetar las creencias de todos y cada uno de los ciudadanos, por que o si no, no sería libertad de expresión.Imagina que soy de una zona en la que se cree, que los delgados deben dar dos collejas, amistosas, a todos los gordos que vean por la mañana hasta las 10:00h. Es una norma absurda verdad, pero ¿se puede criticar? O por ofender a “mis creencias” ya no se puede criticar. O imagínate que tuviese la creencia que se deben matar los perros y gatos callejeros. ¿Se puede o no se puede criticar, pasando por encima de “mis creencias”? ¿Se puede criticar la ablación o también son creencias?.Además lo que me ofende sobremanera es que algunos, incluso intenten, desde Europa, justificar con los mismos motivos que los tuyos, es que no se debe faltar al respeto, etc., lo injustificable.

 También resulta que ahora hay mucho ofendido por sus creencias, pero sólo se ofenden en Europa, en otros países no abren la boca, porque saben que terminan en la cárcel o peor aún. Y otro aspecto que me ofende sobremanera, es que ese Occidente que debería luchar por extender los derechos humanos, luego pacta y negocia con estados en los que no se respetan dichos derechos, como Arabia Saudí, China, etc. Pero tranquilo Ibrahim, a tí solo te ofenden unas viñetas, a mí me ofenden muchas cosas más….

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Qui és Carlos Font?


Nascut a Benissa. Licenciat en Història per la Universitat d'Alacant.