18 d'abril de 2015

Hipocresia radical

España es un país maravilloso. Tiene bonitos paisajes, una buena gastronomía y un clima benigno que le hacen ser un gran destino turístico. Sin embargo, tiene mucho problemas, y uno de los más importantes, a mi entender, y es la hipocresía radical que se ha instalado por estos lares.En un principio, esta hipocresía estaba en manos de lo que ahora se llama “casta” -políticos, jueces, grandes empresarios- pero es un veneno que se está extendiendo por doquier. Y digo esto porque en esta última semana, uno ha visto las noticias y no las llega a entender, si no fuera por esta hipocresía radical instalada entre nosotros.

Hace ya algún tiempo, posiblemente a ustedes también les haya llegado, a través del facebook aparece una campaña -creo que es de change.org- referente a “Deberes No”. Es un artículo muy bien escrito por padres, profesores, pedagogos, en los que se argumenta que   hay países con menos deberes que en España, y que la educación va mejor, que los deberes son injustos porque hay padres que pueden ayudar a sus hijos, mientras que otros que trabajan todo el día, no pueden, y finalmente, que les quita mucho tiempo a los niños para que desarrollen otras actividades como la música, la pintura, o el juego. Y lo lees y dices, anda!, es verdad! como no nos habíamos dado cuenta antes! Voy a firmar ya!…..Pero antes de firmar, reflexionas un poco y dices, no, no es verdad. Puede ser que en algún curso o algún compañero se pase con los deberes, pero de ahí a prohibirlos por ley,  hay un abismo. Si tu vas a un parque de cualquier pueblo o ciudad de España, los niños pequeños están jugando en el parque, mientras sus padres están pegados al móvil pendientes del último wasap, mientras que los niños que antaño jugaban al balón, a la comba o hacer cabañas, han desaparecido.Están en el parque, pero pegados al móvil y compartiendo vídeos y wasaps, la mayoría de ellos no referidos precisamente a pintura, música o teatro. Por tanto, que no haya niños jugando no es porque tengan muchos deberes, hay otros muchos factores que explican eso. Y además, dando clase te das cuenta que el niño que va a música, o practica algún deporte, o que realiza alguna otra actividad que no sea “ir a repaso”, es el que, generalmente, presenta los deberes hechos. Y eso porque ha aprendido una cosa que es muy importante para su futura vida de adulto, el tener un horario establecido y sobretodo, el saber priorizar, es decir, que tengo que hacer hoy si o si, y que puedo hacer mañana. Algo que parece que muchos adultos, entre los que cabría citar a quienes apoyan dicha petición, parecen haber olvidado.

Otro día, enciendes la tele y te encuentras con que la DGT quiere aumentar la velocidad en algunas autovías y autopistas -creo que la medida va encaminada a que la gente vuelva a coger la autopista,es decir, pagar para poder correr un poco más- de 120 Km/h a 130 Km/h. El día siguiente, hay una campaña creo que es de “Ponle Freno” para que la educación vial sea obligatoria en la escuela, para reducir el número de accidentes.¿Y el gobierno que quiere que corramos más? ¿Otra asignatura más? ¿Pero no teníamos muchos deberes? Me pierdo….

Y la gota que colma el vaso. Aparece una noticia en la que un padre es encarcelado y separado de su hijo por darle una bofetada a su hijo ver -http://www.levante-emv.com/sucesos/2015/04/15/condenan-padre-bofetada-hijo-13/1250981.html-. En la que ví yo, aparecía un grupo de psicólogos diciendo que no podía ser, que los padres no debían hacer eso, que la violencia genera más violencia y bla bla bla. Dos días después, otra noticia http://www.elmundo.es/andalucia/2014/12/17/5490b02c22601d84728b4573.html en la que se dice que han aumentado en un 60% las denuncias por violencia de hijos hacia sus padres. También aparecieron psicólogos diciendo que la culpa es de los padres por no “dar muestras de autoridad, y de comportarse como amigos de sus hijos”, que muchos padres estaban confundidos. Y yo digo, normal que lo estén, hace años estos mismos sabelotodo nos decían que teníamos que tratar de ser amigos, guays, compañeros -nos decían- de nuestros hijos. Ahora resulta que no. Realmente, que hipócritas somos.

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Qui és Carlos Font?


Nascut a Benissa. Licenciat en Història per la Universitat d'Alacant.